...está en los libros que nunca leo. Lo poco que sé de la vida está
en las líneas que no escribí. Lo poco que sé de la vida se cuenta
tomando un café, se entiende tomando una copa y se olvida tomando dos.
Que
nadie se me emocione ni albergue falsas esperanzas, porque con lo poco
que sé de la vida, a duras penas se llena un corazón, por pequeño que
sea.
Empiezo por lo que sé con toda
seguridad. Sé que, con suerte, te vas a morir una vez. Así que procura
no morirte más veces por el camino. No hay nada peor que esa gente que
se va muriendo antes de morirse del todo.
Para evitarlo,
te regalo un método infalible. Mientras tú vayas decidiendo, todo está
bien. El día que dejes de decidir, ese día, cuidado, porque la habrás
palmado un poco.
Ten siempre más proyectos que recuerdos, es la única
manera que conozco de mantenerse joven. Olvídate de la patraña de ser
feliz, busca momentos plenos, de esos que jamás olvidarás, ya te puedes dar con un canto en los dientes si llegas a ser el
único dueño de tus propias expectativas.
Que
hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar. Por mucho
que te cueste pagar las facturas. Es mejor dedicarse toda una vida a algo
que te diverte pese a no llegar a fin de mes, que pasarte un sólo día
trabajando únicamente por dinero.
Entre lo poco que sé de la vida,
también te diré que nada de todo esto vale la pena sin alguien que te
haga ser incoherente. Ese es el
verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de
las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus
principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va.
Ojalá ames
mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que te
despojen de todo, que hagan jirones de tus ganas y que te veas obligado a
remendarlas con el hilo de cualquier otra ilusión. Que desees y seas
deseado, que se fustren todas tus esperanzas y que acabes descubriendo
que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en
brazos ajenos.
Dos emociones inútiles asociadas al pasado,
arrepentiemiento y culpa, y una emoción inútil asociada al futuro, la
preocupación. Cuando antes te desprendas de las tres, antes empezarás a
apreciar lo único que tienes.
Qué más. Ah sí. Sé que al menos un
amigo te va a traicionar, otro será traicionado por ti, y que te pongas
como te pongas, los que no hayas hecho antes de los 30, ya jamás pasarán
de buenos conocidos. Cuenta sólo con los tres principales, porque a
partir de ahí, todo es mentira.
Para ir acabando, y hablando del tema,
déjame que te presente a tu mejor enemigo. Se llama miedo. Quédate con
su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al
fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a
conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón.
Y, para terminar... no tengas miedo de tirarte a la piscina.
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