Voy a intentar responderme a la pregunta que pone título al post.
Lo primero que se me viene a la cabeza es que no creo que el amor sea sufrimiento, creo que es otra cosa, que es ese sentimiento hacia otra persona que nos atrae, nos completa, nos alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear (que bien define a veces la R.A.E. oye)
Si hay sufrimiento no es amor, es
necesidad, dependencia, posesión, incluso desamor… pero el amor no
debería hacer sufrir porque es un sentimiento positivo, de los que
elevan el nivel de endorfinas hasta límites que nunca imaginaríamos
cuando carecemos de él.
Claro que podemos sufrir por la persona amada,
pero entiendo que por un sentimiento de empatía, es decir, si creemos
que esta sufriendo, ya sea física o anímicamente, lo lógico es que
nosotros compartamos su dolor, no que no los cause el hecho de quererla.
A veces confundimos amor con el miedo a
la soledad, entonces se aguantan convivencias que de otra manera serían
imposibles. También hay relaciones obsesivas y masoquistas, hay
actitudes tan destructivas como la posesividad, tan difícil de controlar
que consigue que hasta las mejores pasiones acaben, porque el amor
egoísta no es amor, y en él se vuelcan todas las inseguridades que andan
escondidas en el fondo de nuestro cerebro.
Domesticar al otro es anularlo, esa manía
de querer cambiar lo que no nos gusta de la otra persona es la manera
más fácil de que al final el resultado nos desilusione (hay excepciones
justificadas que suelen tener relación con hábitos higiénicos, de salud, dependencias o de
reparto de tareas, pero no me refiero a ellas). Cuando nos enamoramos
de alguien ni vemos sus defectos (esas características o actitudes distintas a la nuestra que nos hacen hasta gracia),
ni nos importan, el conjunto en sí nos parece maravilloso, así que
progresivamente y conforme el sentimiento de amor/pasión va relajándose
los “defectos” van aumentando a nuestra vista.
Ese es el error, ese egocentrismo que
impide respetar la personalidad de los demás, que considera traición la
individualidad del otro, la búsqueda del propio espacio, que no es
excluyente de una buena relación de pareja, sino todo lo contrario, la
enriquece.
Supongo que en esto del amor, como en
casi todo, la experiencia es un grado, y algunos tenemos que pasar por
varias relaciones y muchos disgustos hasta que conseguimos comprender el
verdadero sentido de amar y compartir que no tiene nada que ver con
poseer y controlar. Como dice Jorge Drexler, uno solo conserva lo que no amarra…
Y si encima tienes la suerte de encontrar
a alguien con las ideas claras y el corazón enorme… te das cuenta de
que los guionistas de las pelis románticas no tienen ni idea.
No deberiamos permitir que alguien se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz, en definitiva, que se lleve un poco de nuestro amor, nuestro cariño, nuestra comprensión, nuestra ayuda. En nuestras manos, en nuestra firme voluntad está el conseguirlo.
En este punto releo el post y podría ampiarlo a otras muchas formas de amor, que el concerniente a la relación de pareja (el amor a los hijos, al trabajo, a los amigos, al prójimo, a uno mismo, etc.), y que extenderían en exceso, la esencia que he procurado recoger en estos párrafos, sin más intención que intentar dar respuesta a una aparente simple pregunta, y que creo se puede extender a las diversas acepciones de la palabra, del sentimiento de "Amor".
Lo importante, en todos los ámbitos de la vida, no es lo que hagamos, lo realmente valioso de nuestras obras es el amor que ponemos en cada una de ellas, eso es lo que realmente importa, tanto para nosotros, como para los que de una forma u otra, se ven afectados por nuestras acciones.
Al menos.... eso creo yo.