Leí un artículo que decía que al
encontrar la estabilidad en una pareja uno se engorda. Sinceramente me
parece una chorrada y no entiendo a las personas que se dedican a
estudiar estas cosas con la cantidad de problemas que hay en el mundo.
Muchas
cosas cambian cuando encuentras la estabilidad con una pareja: tu
tiempo se divide en dos, el que empleas para ti y el que compartes; tu
corazón tiene nuevos sentimientos que antes no habías tenído y, con el
paso de los años, sigues fomentando cada día ese mariposeo en el
estómago; ya no empleas la palabra yo, ahora es nosotros; tus
prioridades pasan a ser otras.
No
creo que encontrar pareja engorde; lo que si que engorda es el corazón,
se hace más grande para tener a otra persona que solemos colocar en un
lugar privilegiado.
Encontrar la
estabilidad no significa que dejemos de ser nosotros, que dejemos de
cuidarnos, que olvidemos amistades, que nuestro mundo se reduzca.
Nuestra pareja y nosotros mismos debemos asumir como somos, con nuestros
defectos y virtudes, con nuestras alegrías y penas, con nuestros
silencios y monólogos. No debemos dejar de ser nosotros mismos y tenemos
que encontrar el equilibrio entre dos mundos, en algunas ocasiones muy
distintos, que se han unido.
Para
mí lo más importante es que yo sigo siendo yo y mi pareja sigue siendo
élla y tenemos momentos para nosotros en el que pasamos a ser dos, pero
también y creo que es primordial, tenemos momentos en que somos uno y
una.
Dando gracias y, a pesar de
lo que digan algunos, a mí encontrar la estabilidad no me engordó,
simplemente porque ya me pilló gordito, pero sí que me dio un motivo más
por el que vivir y seguir cada día, algo que continúo haciendo siendo
uno y siendo dos.
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