lunes, 27 de agosto de 2012

CARTA A UN AMIGO

 
 
No puedo darte soluciones para todos tus problemas en la vida,
ni tengo respuesta para todas tus dudas o temores,
pero puedo escucharte y compartirlos contigo.

No puedo cambiar tu pasado, ni tu futuro,
pero cuando me necesites, estaré junto a ti.
 
No puedo evitar que tropieces,
solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.

Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos,
pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.

No juzgo las decisiones que tomas en la vida,
me limito a apoyarte, estimularte y ayudarte si me lo pides.

No puedo impedir que te alejes de mi,
pero si puedo desearte lo mejor y esperar a que vuelvas.

No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar,
pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer.

No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parte el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.

No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser,
solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.

En estos días pensé en mis amigos y amigas,
y entre ellos apareciste tú.

No estabas arriba ni abajo ni en medio,
no encabezabas ni concluías la lista,
no eras el numero uno ni el numero final.

Lo que sé es que destacabas por alguna cualidad que transmitías
y con la cual, desde hace tiempo se ennoblece mi vida.

Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero,
el segundo o el tercero de tu lista.

Basta que me quieras como amigo.

Gracias por serlo
 
JORGE LUIS BORGES

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