Así lo afirmaba Shakespeare, y así lo creo yo, que nuestra vida se compone de las cosas que soñamos… “Dime qué sueñas, con quien sueñas… te diré quien eres”
Quiero
dedicar este conmovedor vídeo de Manuel Carrasco a mis hijos, que
cumplen años estos días (Noviembre, Diciembre y Enero), y en especial a mi Laura, a la que necesito
animar a seguir soñando. Al fin y al cabo, soñar es como respirar.
(...) Esto significa que deben vigilarse a sí mismos, que deben
percatarse más y más de las influencias que buscan controlarles y dominarles;
significa que jamás deben aceptar irreflexivamente, sino que deben cuestionar
siempre, investigar y hallarse en estado de rebelión.” Jiddu Krishnamurti
De como el germen de la rebelión se va gestando en las almas de la gente, es una buena muestra la trilogía de Susan Collins “Los juegos del hambre.
La
mitología griega cuenta en el mito de Teseo, que la ciudad de Atenas se
ve obligada a enviar a siete hombres y siete mujeres jóvenes a Creta
para ser devorados por el Minotauro.
Algo parecido ocurre
en la famosa saga, de la que emana un claro mensaje político
contra los mecanismos de dominación del poder.
Los distritos mas
deprimidos desafiando a la máquina totalitaria y encendiendo el fuego de
la rebelión. Suena fantástico pero desgraciadamente la realidad no es
tan fácil.
Sea como sea, en la segunda parte de la trilogía, recientemente llevada a la gran pantalla, destaco varias cosas:
- La primera es la semilla de la rebelión que subyace por encima del argumento y que se va adueñando del corazón del espectador.
- La segunda es una obra de arte en forma de vestido de novia diseñado por Trish Summerville
(por si alguien dudaba que la costura también es un arte).
- Y
la tercera es el maravilloso soundtrack del film a cargo de Coldplay de
titulo “Atlas”, un tema que te deja pegado a la butaca con ganas de
más… mas música, mas juegos, mas sueños, mas rebelión.
