jueves, 29 de marzo de 2012

1825

Él se gira hacia élla, esperando (tal vez al verla de golpe) sentir lo mismo que le fascinó la primera vez que la vio. Esa sensación vertiginosa de caída libre que sabía a gloria. No tenía miedo a llegar hasta el fondo; con élla estaba seguro de que no se haría daño. Como si todo estuviese acolchado. Tenía miedo a las alturas y a la velocidad, pero en fin... aquello era distinto. 

Ya no se siente caer: es como si llevaran años abrazados. Meciéndose apaciblemente. Echa de menos los primeros momentos, pero los recuerda con alegría más que con nostalgia. Hay que saborear cada etapa, saber encontrar la esencia de cada momento y disfrutarla. 

Nadie aguanta días y días enteros montado en una montaña rusa.

Se han ido unos años que han transcurrio igual que una montaña rusa, en un momento estabas arriba y al siguiente muy abajo. Absolutamente impredecible con caminos inesperados, con respuestas inverosímiles.

Por ahí alguien me dijo que si estos habían sido los peores años de mi vida, y con plena seguridad digo que no, que fueron de los mejores. Fueron de los mejores porque aprendí cosas que no hubiese aprendido de otra manera, hice cosas que antes jamás habría hecho. 

Me revelé en contra de mi propia inseguridad, contra mi propia timidez, en contra de mi autorestricción. Me revelé a mi lealtad incondicional, a saber seleccionar mi amistad sin caretas. Me revelé a mi amor sin condiciones, a que alguien fuera de dueño de mi cuerpo, de mis sentimientos, me revelé a la fidelidad y el compromiso sin límite.

Di un vuelco y decidi hacer cosas que la gente no esperaba de mi, salí de ese "encartuchamiento" y volé en direcciones opuestas. Perforé mi nariz, me volqué hacia los demás sin esperan nada a cambio, busqué la alegría de mi corazón y la sonrisa en mi cara como una inexcusable obligación, amé, salí de nuevo al aire fuera de la celda en la que se había convertido mi vida, hice reir, hice cosas por el simple hecho de encontrar una sonrisa dibujada en la cara de los demás. Busqué la amistad con anhelo, sobre todo aquellas amistades que por mi desapego (ya superado), dejé atrás en mi camino, siendo muy afortunado al volver a encontrarlas y recuperarlas.

Cambie mi forma de ser, de vestir, de hablar, de ver las cosas. Ya no lloro por estupideces, porque ahora soy mas fuerte, pude a través de heridas recientes, sanar otras ocultas desde mi niñez. Revivir escenas que marcaron mi historia y a partir de ellas generar mi propia nueva historia.

Me di el permiso de buscar mi felicidad, amar y desear la felicidad de alguién. Me otorgué la oportunidad de divulgar historias, de desnudarme de frente y sin cara de mosca muerta. Me calmé conociendo la desgracia de otros, calmé mis yagas con lágrimas de dolor de otros, tome fuerza en los ojos rojos por tanto llorar de otros. Levante mis alas y volé.

Que si todo esto estuvo bien? No, no lo estuvo. Pero si nunca se me hubiese dado la oportunidad de hacerlo, seguiria enclaustrado en mis propios pensamientos, en mis propios resentimientos.

Termina este post que transcurrió igual que una montaña rusa, que terminó de dar sus giros y nos devuelve al punto de partida. Todo es tranquilo ahora, las historias vuelven a tomar sus lugares correspondientes, las personas vuelven a tomar sus lugares.

En estos años recuperé mi adolescencia perdida, en estos años recuperé mi autoestima y seguridad, en estos años fui más cotizado que en toda mi vida, en estos años perdí y encontré un amor, en estos años perdí unos amigos y gane otros mil veces mejor, en estos años volvi a ser niño, adolescente y comence a ser hombre, en estos 1825 días...

En estos años que trancurrieron igual que una montaña rusa, conseguí una gran historia que contar en mi vejez.


2 comentarios:

  1. ¿Ésto quiere decir que los años anteriores a los últimos 5 años tu vida (1825/365), no han tenido nada digno de contar en tu vejez? vuelvo a repetirte que TODO lo que vivimos forma parte de nosotros mismos,que CADA DÍA de tu vida, mala o buena, ha forjado tu PRESENTE y formará parte de tu FUTURO, lo quieras o no, ¿por qué entonces desdeñarlos de esa manera?

    Puede haber personas que te quieren y que han formado parte de tus 16.869 DÍAS DE VIDA, incluso antes de los últimos 1825, ¿no crees que pueden sentirse heridos?

    Yo aplaudo lo agradecido que eres con la felicidad que te has encontrado o que crees haber encontrado, nunca se sabe lo que vendrá después, pero no creo que solo debamos dar importancia a lo BUENO, lo MALO quizás haya sido lo que realmente te ha enseñado a saborear lo que ahora sientes.....

    Y te lo digo sin nintún tipo de acritud, sólo con el mejor de mis sentimientos. Si he interpretado erróneamente tu post, mil disculpas, pero....

    ResponderEliminar
  2. Perdón, he cometido un erro de cálculo, tus días de vida a hoy, son 17.427, s.e. u o.

    ResponderEliminar