jueves, 14 de febrero de 2013

DESTELLOS DE UN GENIO


Este fin de semana tuve la oportunidad de ver una película que tenía pendiente desde hace ya un tiempo. “Destellos de un genio”, narra una de esas historias donde David se enfrenta a Goliat, aunque en este caso David es el ingeniero Robert Kearns, y Goliat es el gigante de automóviles Ford. Robert Kearns inventó un aparato que llegaría a instalarse en todos los coches del mundo occidental, y los Kearns creyeron haber descubierto un filón de oro. Consistía en un limpiaparabrisas intermitente (ojo parpadeante), pero sus esperanzas se quedaron en agua de borrajas cuando los gigantes del automóvil, que tanto habían celebrado el invento de Bob, le hicieron a un lado y comercializaron el prototipo que había diseñado. Primero le ignoraron, y cuando comenzó una batalla legal que duraría años, lo amenazaron e intentaron sobornar. Robert se convirtió en un hombre obsesionado por la justicia y por el convencimiento de que el trabajo de su vida, o el trabajo de cualquiera, debe ser reconocido por aquellos que se benefician de él. A pesar de pagar un alto precio que afectó a su vida profesional y personal, este orgulloso David intentó lo impensable: hacer hincar la rodilla a Goliat.

Esta película nos muestra como los poderosos intentan siempre aprovecharse de los humildes…. pero no siempre lo consiguen. El alegato de Robert en el juicio (en el que el mismo se defiende), utilizando un fragmento de Dickens, es realmente sublime.



Nada mas terminar la película me fui derechito a Google y busqué “Robert Kearns” y la Wikipedia me dijo: “Ingeniero estadounidense, inventor del limpiaparabrisas intermitente” Entonces esbocé una sonrisa y pensé…. !! Bien Bob, LO CONSEGUISTE !!

 Robert Kearns (1927-2005)

No hay comentarios:

Publicar un comentario