Quiero
despertar sin sonidos de violencia, sin notas en mi agenda que hagan
rabiar mi conciencia, quiero creer aún en las personas, que su capacidad
de asombro sigue latente, que un amor fraterno existe; quiero entender
que el respeto entre los humanos es inherente a sus acciones, que la
barbarie sólo concierne a aquellos carentes de una fe en sí mismos,
porque sus actos son frutos de sus complejos; quien no afirma sus
principios es fácil presa de la ignorancia.
Quiero suponer, que la gente
es lo suficientemente madura para discernir lo que más le conviene,
sustraerse de consentir anomalías que dañen su comunidad, entiéndase por
principio, su familia, a sus amigos y seres queridos.
Quiero enfrentar mis miedos, dejar de callar y
parecer endeble ante la injusticia, ser capaz de señalar los abusos
contra el más débil, añadir una esperanza a quien casi la
pierde...
Quiero vivir con la convicción de un mejor futuro, un mejor
espacio para nuestra descendencia, un mejor legado, no que borre la
turbulencia que hoy existe, sino que cuente cómo lo pudimos superar...y
si quiero lograrlo...emprenderé la marcha a contracorriente (otra vez más), porque quiero
ser honesto conmigo mismo y con los que me rodean, contribuyendo con mi granito de arena a mejorar este mundo en el que vivimos.
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