Somos felices los que nos alegramos al abrir los ojos y ver que tenemos todo un día por delante.
Somos felices los que un simple café nos hace despertarnos y ver con claridad todo lo que nos rodea.
Somos felices los que estamos un rato bajo la ducha y agradecemos ese agua que recorre todo nuestro cuerpo.
Somos felices los que podemos decir todos los días que nos vamos a trabajar.
Somos felices los que sonreímos cuando llueve y cuando hace sol, cuando el calor aprieta y el frío es insoportable.
Somos
felices los que nos alegramos al encontrarnos a alguien conocido por la
calle y nos saludamos o nos paramos a hablar dos minutos.
Somos felices los que recordamos con alegría el tiempo pasado e incluso dejamos escapar alguna lágrima.
Somos felices los que vemos a nuestros hijos abrirse paso, forjarse su vida y nos uniríamos a ellos en ese proyecto de vida.
Somos felices los que disfrutamos de un paseo con los nuestros, aunque sea dar una vuelta a la manzana de nuestra casa.
Somos
felices los que un día podemos entrar en un bar a comernos un bocadillo
y con él hacemos la celebración más maravillosa del mundo.
Somos
felices los que podemos estar horas y horas de tertulia con nuestros
amigos en el sofá de casa sin tener que ser hipócritas.
Somos felices los que un plato de nata con fresas nos parece el mejor postre del mundo.
Somos
felices los que tenemos por adorno en la nevera de la cocina los
dibujos de nuestros hijos en los que aparecemos reflejados con una
sonrisa.
Somos felices los que respondemos a la llamada de socorro de un amigo y lo dejamos todo tirado.
Somos
felices los que tenemos la casa desordenada y estamos tumbados en el
sillón viendo una película y comiendo palomitas de microondas.
Somos felices los que cantamos en casa sin saber el motivo.
Somos felices los que soñamos despiertos y nos imaginamos unas maravillosas vacaciones que quedarán en eso, en un sueño.
Somos felices los que acariciamos a nuestra mascota y le hablamos esperando que nos responda, y en ocasiones, lo hace.
Somos felices los que sabemos que las pequeñas cosas son las importantes.
Somos felices los que no decimos quiero más y más y más, si no que quiero vivir con alegría.
Somos felices los que nos hemos caído mil veces y nos levantamos mil una.
Somos felices los que nos miramos al espejo y podemos ver a alguien que nos gusta.
Somos felices los que entendemos que la vida es sencilla y no hay que complicarla.
Somos felices los que intentamos ser personas cada día.
Somos felices los que la vida nos da una patada y nos volvemos para enseñarle nuestra sonrisa.
Somos felices los que queremos vivir y soñar.
Remontando el vuelo de nuevo...
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