En nuestra vida cotidiana nos encontramos rodeados de muchas personas,
entre ellas nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo, clientes, desconocidos
que nos topamos en la calle y otros.
Entre toda esta gente que nos rodea, tenemos a nuestras personas
queridas, a las favoritas para distintas actividades y también a la
gente que admiramos mucho.
De entre toda esta gente podemos distinguir básicamente tres tipos de
modo o estilo de vida, (que no dependen de la situación económica).
El primer estilo de vida es el más común y tiene que ver con las
personas que viven su vida dejándose llevar por las tendencias de las
masas. No tienen la capacidad de tomar decisiones, así que dejan que
otros decidan por ellos. Es la gente que pasea, come, compra y sale sólo
a lugares de moda. Hablan acerca de temas de moda, ya sea temporada de
fútbol o de otras cosas banales. Son los que estudian porque todo el mundo lo hace
y se casan y establecen una familia porque es lo que dicta la sociedad.
No tienen otra razón para hacerlo. La gente que vive de este modo, es
muy influenciable, pues son como barcos sin timón en alta mar, su
destino depende de las corrientes cambiantes, porque no tienen un rumbo,
ni una manera de fijarlo.
Mucha de esta gente es admirada porque tiene un buen trabajo, una buena familia, un buen coche o una buena casa.
El segundo estilo de vida tiene que ver con la gente intelectual,
erudita o estudiosa y muchas veces son admirados porque tienen grandes
conocimientos en diferentes temas.
Es la gente que suele parecer la más inteligente porque tienen
excelentes records académicos o porque de cualquier tema que se hable,
tienen la gran habilidad de asombrarnos con detalles que desconocíamos.
Esta es la gente que parece una biblioteca andante. Son aquellos que siempre tienen un aporte interesante, los profesores que
nos deslumbran con sus conocimientos o los compañeros de trabajo que
dominan a la perfección la teoría y todos los tecnicismos de su
profesión. Suelen ser gente muy interesante que conoce sobre todo;
historia, arte, ciencia, religión, filosofía, tecnología, etc.
Su mayor habilidad es tener una excelente memoria para retener
información. Sin embargo no necesariamente significa que tengan la
habilidad para saber cómo usarla, o qué sepan distinguir qué de esa
información sirve para tomar distintas decisiones, a la hora en que
actuar es lo más importante, porque lo que se decide y se traduce en
actos es lo que define cómo se vive.
El saber tanta información acerca de todo ¿creen que les ayuda con sus problemas cotidianos?
Por ejemplo: ¿Para qué te sirve en tu vida diaria conocer la fórmula de
Einstein E= mc2? Acaso el saberla te ayuda a resolver problemas
laborales,económicos, amorosos o familiares? Lo más probable es que
no. Y si encuentras la forma de hacerlo con esta fórmula,
definitivamente no perteneces a este grupo de gente.
El tercer estilo de vida tiene que ver con la gente más difícil de
encontrar. Esta es la que sabe resolver, que sabe decidir y que sabe
vivir.
Estas personas tienen la habilidad para usar cada dato que poseen y
para definir exactamente que información debe encontrar sobre algo que
no conoce y necesita conocer para hacer algo.
Es gente que puede pasarnos inadvertida, porque es posible que no posean
importantes títulos universitarios de centros educativos de prestigio
que certifiquen su grado de conocimiento en diversas áreas. Sin embargo,
cuando nos topamos con alguien así, sentimos que nos atrae como un
imán, aunque no encontremos una razón. Es gente que buscamos cuando nos
sentimos perdidos y de la que nos alejamos y no extrañamos cuando
nuestra vida marcha bien.
Este tipo de gente es de lo más desconcertante, porque a pesar de que
nos parece que no saben nada acerca de un tema, nos hacen un par de
preguntas acerca de él, y de repente aparecen con sugerencias y
observaciones que ni el más experto y estudiado en el tema habría podido
deducir (porque si lo hubiera hecho, no le habríamos comentado nada a
éste en primer lugar).
Otras veces nos salen diciendo unos disparates que nos confirman que
realmente no saben de lo que están hablando, porque contradice todos los
principios del tema que se trata y descubrimos asombrados un tiempo
después que tenía razón. Esto nos confunde y nos hace pensar que
“acertaron” por pura casualidad, aunque hayan sido muchas las ocasiones
en que lo hayan hecho.
Si observamos la vida de estas personas, encontraremos que no tienen
nada de extraordinario y eso es de lo más raro, pues transcurren con
total tranquilidad, como si el caos propio del mundo y de la gente no
los tocara. Sin embargo, enfrentan los mismos problemas que todas las
personas, pero tienen la habilidad de resolver y seguir adelante, sin
drama y sufrimiento, pues los problemas son solo situaciones muy
pasajeras para ellos, por lo que no les dedican mucho tiempo ni
atención. Deciden, resuelven y continúan hacia su meta, que si tienen
muy bien definida. Es la gente que sabe vivir y vive en armonía.
En este punto cabe preguntarnos ¿Cúal es nuestro estilo de vida?, ¿Cuál
de estos tipos es más efectivo y vive mejor? ¿Con cuál queremos vivir?
¿Cómo barco sin timón?
¿Cómo ordenador sin operario?
¿O al mando del timón y manejando el ordenador?
En caso de querer ser una de estas terceras personas, de las difíciles
de encontrar surge la pregunta clave ¿cómo se consigue este modo de
vida?
Antes, intentré revisar la causa de modos de vivir.
La gente que va con la corriente, no se pregunta nada en la vida, solo
sigue las pautas dictadas por la mayoría. Tienen miedo de tomar
decisiones, tienen miedo de contrariar a alguien, tienen miedo de vivir y
por eso hacen lo que hace todo el mundo y opinan lo que opina todo el
mundo. Buscan sobrevivir.
La gente biblioteca se pregunta ¿sobre qué quiero saber? Y entonces
estudian todo lo que se encuentra disponible sobre ello, sobre todos los
temas que les interesan y tienen una gran capacidad para almacenar
todos estos datos, de los que algunos probablemente sean útiles en un
trabajo, pero para usarlos en su vida no tengan ninguna aplicación y
tienen los mismos problemas que el resto de la gente, porque aunque
posean toda la teoría, tienen poca o nada de práctica para usarla en
resolver situaciones.
Si analizamos ¿por qué quieren saber? Tal vez su respuesta o motivación
se encuentra también en miedo. Tienen miedo y buscan seguridad.
Seguridad en sí mismos, económica, social. El conocimiento les brinda
este sentimiento de seguridad, pero es un sentimiento falso, porque en
el mejor de los casos, pueden conseguir buen trabajo, la posibilidad de
comprar una casa, un coche, mantener una familia y el respeto y
admiración de la gente. Sin embargo viven con el miedo de que en
cualquier momento pueden perder cada una de estas cosas, que al final no
son un hecho, no son eternas, cada una de estas cosas está sujeta al
tiempo y son perecederas.
El problema aquí surge cuando por miedo, esta gente prefiere creer que
estas cosas son suyas y las tienen como seguras. Hablan de mi trabajo,
mi casa, mi familia, mi coche y cuando por alguna razón lógica a la
naturaleza perecedera de estas cosas, alguna desaparece, sienten que
perdieron algo muy importante y se sienten defraudados, nuevamente
inseguros y enojados, ya sea con la empresa que los despidió o con Dios
que permitió un accidente o que les quitó a un ser amado.
La gente difícil de encontrar se pregunta acerca de todo lo que ocurre y
todo lo que hacen. No significa que no tengan miedo. Al igual que las
otras personas lo tienen. La diferencia radica en lo que hacen con su
miedo. Lo usan, lo vuelven su ventaja, lo vuelven su impulso, su amigo.
¿Cómo hacen esto? Lo reconocen. No buscan escapar de él escondiéndose. Son conscientes.
Como son conscientes tienen la capacidad de observar lo que importa, y
esa es la razón de su éxito. Pueden observar a las personas y darse
cuenta quienes le han ayudado y quienes se muestran por conveniencia.
Sabe ser leal con aquellas personas que le han brindado su ayuda, que
han estado ahí sin necesidad de llamarlas, por eso son buenos en todo lo
que hacen, son buenos esposos o esposas, buenos padres, buenos
trabajadores, buenos amigos.
Así como es leal, sabe rodearse de gente leal, sabe distinguir la gente
que está ahí siempre, de la que condiciona su presencia.
Saber estar ahí brinda la capacidad de distinguir quien es leal y quien
no, con quien puedes contar y con quien no, y te permite notar todos los
detalles que otra gente no ve y que son esenciales para decidir, actuar
y vivir.