martes, 2 de abril de 2013

TRIPLE FILTRO DE SÓCRATES


En Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos. Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:

-¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
- Espera un minuto -replicó Sócrates-. Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro. 

-¿Triple filtro?, -preguntó el conocido-
-Correcto -continuó Sócrates-. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro. El primer filtro es la verdad: ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
-No -dijo el hombre-, realmente solo escuché eso y…
-Bien -dijo Sócrates-, entonces realmente no sabes si es cierto o no. Ahora permíteme aplicar el segundo filtro. Es el filtro de la  bondad: ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo? 

-No, al contrario…
-Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto. Pero podría querer escucharlo porque queda el tercer filtro, el de la utilidad: ¿Me serviría de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo? 

-No, la verdad que no.
-Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no sabes realmente si es cierto, ni bueno, e incluso no me es útil ¿para que querría saberlo?


 
Tremenda esta  enseñanza que nos dejó Sócrates… ¿ no te parece?
Desde que supe de ella me la aplico con frecuencia y cuando estoy a punto de contar algo acerca de otras personas me pregunto…  ¿Estoy completamente seguro?… ¿Sirve para algo?… ¿Es bueno  para alguien?. Si alguna de las tres preguntas  es un “No”, lo más sensato es guardar silencio.



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