Por ejemplo, si no perdonas a un ladrón, le condenas a ser solo eso para siempre.
Ahora comprendo bien como la falta de perdón puede tenerme anclado sin remedio a un pasado doloroso, donde el sentimiento de culpabilidad impregna cada instante de tu vida, condicionándola irremediablemente.
“El verdadero amor perdona,
no abandona, no se quiebra, no aprisiona,
no revienta como pompas de jabón”
no abandona, no se quiebra, no aprisiona,
no revienta como pompas de jabón”
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