Para cambiar las formas de hacer, antes hay que cambiar las formas de pensar
lunes, 23 de septiembre de 2013
SIN MIEDO
Sin miedo, o mejor dicho, perdiéndole el miedo al miedo, aceptándolo como compañero de viaje, y entendiendo que sin él ningún avance seria posible. A veces le digo, mientras le hago un hueco en la almohada:
-“Ven aquí miedo mío, vamos a dormir esta noche tu y yo juntitos. Todo esto acojona, cierto, pero cada día avanzo un paso hacia delante. Antes creía que avanzaba “a pesar tuyo”, y ahora tengo claro que si lo hago, es “gracias a ti”. Duérmete miedo mío, y muéstrame en sueños todo lo que haremos si las cosas se tuercen.”
Y es así voy perdiendo el miedo… a tener miedo.
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Muy bueno. Enhorabuena. Saludos.
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